
Llegamos alrededor de las 23:00 hs a la Habana. Me temblaban las piernas...más bien no había parte de mí que no temblara, pero aparentaba ser fuerte.
Llenamos unos papeles y nos presentamos los 3 juntitos en la garita de Migraciones, cosa de que no fuera haber problemas con la entrada de mi nena y comprobaran que viajaba con la madre y el padre.
Nos tocó un oficial muy amable, pero igual después de mirar los papeles, me mandó a salir y pasar por otro lado o esperar, y que mi nena pasara con su padre porque ellos dos eran argentinos. ¿Entienden algo semejante? Eso solo pasa en Cuba.
Respiré profundo..y aunque otros lugares estaban vacíos igual esperé porque vale malo conocido que bueno por conocer.
Que les parece que al tocarme el turno me piden el documento argentino, y como a mi hija y esposo no se lo pidieron...y antes no lo hicieron tampoco conmigo, no lo tenía previsto.
Que lío armé a esa hora. No lo encontraba. Pensé se lo había llevado mi esposo. Entonces me vuelven para atrás y mandan a un oficial a localizar a los míos para que me dieran el DNI.
Regresó el oficial con un mensaje de mi esposo que decía, no tenerlo....entonces hecha una bola nervios volví a revisar y lo encontré en mi cartera.
Terminando el trámite me reencuentro con mi esposo y mi bebé, quienes ya habían retirado el equipaje y me esperaban con un carrito lleno.
Comenzamos a caminar y nos detienen a pedir pasaporte. Yo otra vez me enredo con mi cartera y no lo encontraba, pero como mi apariencia no delata que soy cubana y no hablé, miraron los pasapote de mi hija y esposo, intuyeron que yop era argentina, y dijeron que siguieramos camino, que los extranjeros no necesitan pasar su equipaje.
Pero con toda la locura mía, yo seguí buscando mis papeles mientrás caminaba lentamente, cosa de tenerlos a mano por si alguien más los pedía...y justo uno de los aduaneros que están en todo, filtró el color de mi pasaporte...porque digamos la verdad, ese color azul brillante de nuestro pasaporte está hecho con todo propósito, se identifica con ello un cubano a 10 leguas de distancia.
Entonces justo cuando la puerta de salida se abría y podía ver a mi madre y mi hermana, una mano me detuvo.
En forma despectiva me dicen: Compañera pero tú eres cubana, no? "Sí, lo soy...que pasa ahora"
Sin decir nada más comienza a revisar nuestro equipaje y hace que todo lo que está a mi nombre baje de carrito y que lo lleve a pesar.
Quise arrastrar todo atrás, pero mi esposo se empeñó de llevarme todo en el carrito...le dije a mi esposo que siga, que iba sola a pesar lo mío...pero argentino terco, no me hizo caso...y justo en la balanza nos topamos con una aduanera mal educada y gritona, que no entendía nuestro castellano, y que a toda costa decía no importarle lo que digan sus compañeros, pero que ella pesaría lo mío, lo de la nena y lo de mi esposo, porque cosas mías podían estar en cualquier equipaje. ¿Tiene sentido común esta mujer?
Mi esposo, que sabía que algo pasado de peso estabamos, agarró a la nena y dió unos pasos atrás y solo me dijo: "Vos arreglate, ya sabes lo que pienso"
La mujer al ver la hostilidad de mi esposo comenzó a levantar mis pesados bolsos. A mí me salió lo buena del alma y al ver aquella mujer haciendo fuerza para subir nuestros equipajes a la balanza, comencé ayudarla. Ella me miró extrañada...nadie debe ayudarla...ni tampoco lo merece...pero yo soy tonta de nacimiento...o tal vez al sentir complicidad de género, se apiadó de mí y sus voz comenzó a tornarse más suave y pesó solo algunas cosas...así que salimos ilesos de ahí.
Al pasar cerca de la puerta él mismo tipo que me mando a pesar mi equipaje quiso mirar el tique que me dió la oficial...dudó un poco, porque a él le parecía más peso..pero al fin, cruzamos la puerta y libres al fin de la aduana...por lo menos por esa vez!
Abrazos y llantos!